Quizás Fito Sansone no haya jugado muchos mundiales, quizás no haya estado en la Selección Argentina todo el tiempo que ha merecido o no se dedicó demasiado a ella. Quizás no haya ganado una pila de títulos en Liga de Honor, pero es sin duda uno de los grandes jugadores del Handball argentino.
Un pivote que estará por siempre en el salón de la fama de la Femebal y en la memoria de todos los que amamos este deporte. Primero lo mas importante, Fito es una persona increible, con un caracter y un humor que lo convierten en un excelente compañero. Y lo deportivo por supuesto también, es un pivote increíble, por su capacidad de recepción, de giro y de bloquear para cortar la defensa o para que un compañero pase al gol. La sociedad que formó con Federico Roldán primero y con Ignacio Perotti después fueron y serán inolvidables.
Fito consiguió lo que muy pocos jugadores, que desde el lunes previo a enfrentar a Argentinos y hasta la charla antes de salir a la cancha todo el mundo esté diciendo “Ojo con Fito!” “che tratemos de que no nos reciba Fito”, “Atentos con Fito”. Equipos entrenaban hasta con 3 pivotes en ataque para adoctrinar a sus defensores a bajar e intentar cerrar las líneas de pase. Infinidad de entrenamientos planificados en pos de que a Fito no le llegaran tantas pelotas. Todo en vano, por mas precauciones y defensores recios siempre se las ingeniaba para recibir, provocar penales y meter muchos goles.
Fito saltó a la Liga de Honor a la sombra de su hermano, el temible “Polaco” Sansone, un pivote enorme y de gran talento. Leandro era zurdo y no tan alto como su hermano, pero en seguida comenzó a dar que hablar, de la mano de Tony Vazquez, Argentinos llegó a jugar 2-4 con los Sansone en cancha practicamente todo el partido.
El juego de Fito era complejo de defender porque si recibía con un defensor atrás giraba con mucha facilidad, tenía buena recepción, corría bien al espacio y además había desarrollado mucha capacidad para lanzar de espaldas ante la hipotetica imposibilidad de girar; el gol de espaldas es marca registrada de Fito y por año hacía varios.
Su gran rendimiento y su bonanza en el vesturario lo llevaron a integrar la Selección Argentina que disputó el Panamericano de la Habana en el 99, varias selecciones metropolitanas y fue refuerzo en algunas ligas nacionales (con Ferro de Merlo en el 2003 por ejemplo).
Ayer jugó su último partido en el mítico globo de Argentinos. No se si le habrán retirado la camiseta, no se si un sector de la tribuna llevará su nombre pero marche mi mas sentido y respetuoso homenaje a un grande del Handball argentino, gracias por todo Fito!
Papá baboso, esposo enamorado, extremo derecho y entrenador de Handball. Disfruto mi familia y mi trabajo. Enfermo del Balonmano.
Máster en horno de barro y parrilla.
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